Dentro de la crisis el papel del arquitecto estaría en entender el conflicto como instrumento para el urbanismo a través de radicalizar lo local. ¿ De qué se trata radicalizar lo local? En primer lugar, en entender el territorio que se habita, que en el caso del conferencista fue la frontera Tijuana - San Diego en México y Estados Unidos respectivamente que comprende 60 kilometros de frontera y representa un laboratorio urbano con condiciones antropológicas y social de el lugar en conflicto.
La sociedad de consumo es la responsable de la destrucción masiva de las redes ecológicas y topográficas construyendo las "mac mansiones", los free y los highways, las bases militares y los malls entre otros. ¿Será que la arquitectura se ha vuelto un tema de sólo decoración?
Las dinámicas de vivienda han ido cambiando en Estados Unidos porque sólo se piensa en bloques pre-fabricados para hacer construcciones en masa olvidando los conceptos de vivienda sustentable y social.
De acuerdo a una problemática de frontera en donde han emergido sistemas urbanos en ambos lados de la frontera lo que se plantea es el diseño de unos procesos políticos y económicos para proponer espacios físicos. Desde el lado de San Diego es decir, desde Estados Unidos, lo que se propone es volver a lo público, crear micro políticas en los barrios; en la parte de Tijuana, en México convertir los lugares de pixelación en lugares que aprovechen el desperdicio de todo tipo de materiales que vienen desde el norte para hacer una ciudad sostenible y sustentable que brinde mas oportunidades a la población, se debe proponer una arquitectura más social y deja atrás el estilo, hacer proyectos experimentales, crear pedagogías urbanas y procesos de relaciones públicas.
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